25 may 2012
Victoria encontro a su Papá.
6:00 a. m.
Victoria Montenegro toma aire, resuelve romper el silencio que hasta entonces reinaba en la pequeña sala de la sede de Abuelas de Plaza de Mayo y habla: “Quizá se trate de un milagro, de otro más”. Se refiere a la identificación de los restos de su papá, Roque Orlando Montenegro, que estaba desaparecido desde el 13 de febrero de 1976. “Como lo fue la búsqueda de Abuelas, que con una gota de sangre de mi familia me encontraron a más de dos mil kilómetros de mi verdadero hogar, el hecho de que con una gota de mi sangre, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) haya encontrado a mi papá, que estuvo tantos años enterrado en Uruguay, también es un milagro”, explicó ayer, cuando en compañía de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y el integrante del EAAF Carlos Somigliana, hizo pública la noticia. “Acá hay una mezcla de sensaciones: el dolor de saber que Victoria sólo puede abrazar los restos de su papá y la alegría de saber que finalmente lo tiene”, reflexionó Carlotto.
Fue en agosto de 2011 cuando Victoria recibió la confirmación oficial de que los restos de un hombre que había permanecido casi 30 años enterrado como NN en el cementerio de la ciudad uruguaya de Colonia eran los de su padre. Poco menos de once años atrás, el 5 de julio de 2000, un análisis de ADN le había restituido su verdadera identidad. En el camino de asimilación de su nueva realidad, Victoria aceptó dar una muestra de su sangre al EAAF y comenzar así la búsqueda de su familia.
Según detalló Somigliana, Roque Montenegro apareció muerto el 17 de mayo de 1976 en la costa de Colonia. Allí fue enterrado junto a otros siete cuerpos que fueron hallados en condiciones similares, aunque en diferentes momentos. El de Roque fue exhumado en 2002. “A partir de 2005, mediante el mejoramiento y el avance de técnicas en genética, comenzamos a trabajar con los restos. Recién en marzo de 2011 se pudo extraer una muestra apta para ser utilizada, que coincidió exactamente con el ADN que había dado Vicky”, explicó el integrante del grupo de investigadores
La identificación del cuerpo de Roque no solo suma verdad a la historia de su única hija, sino también a la del país. El hecho de haber aparecido en las costas uruguayas en mayo de 1976, casi tres meses después de haber desaparecido, es una prueba más de que el plan sistemático de desaparición de personas aplicado por la última dictadura no comenzó el mismo 24 de marzo de 1976, cuando los uniformados se instalaron en el poder. “Mi papá es uno de los cuerpos que denuncia Rodolfo Walsh en su Carta Abierta a la Junta Militar y es la prueba cabal en sí misma del macabro accionar de la última dictadura –denunció Victoria–. Pero por sobre todas las cosas es mi papá, el abuelo de mis hijos, el hermano de mis tíos. El que hace un tiempo atrás empecé a extrañar y quien de alguna forma me ayudó y ayuda a acomodar la verdad, que es la que alumbra lo que perdura y lo que seguimos construyendo.”
Fuente Pagina 12.