Desde al 2003 a la fecha se produjeron en al país cambios significativos. la Asignación Universal por Hijo, la estatización de la Jubilaciones, la ley de Medios, entre otros, fueron reivindicaciones que durante años la sociedad en su conjunto demandaba, eran gritos sordos en un país donde las únicas demandas que se cumplían eran las de la economía de mercado con la complicidad de los gobiernos de turno, en desmedro de las mayorías del pueblo.
También las minorías que siempre estuvieron fuera de toda discusión alcanzaron con este proceso político sus ansiadas reivindicaciones, poniéndolas en el mismo escalón que las mayorías, por ejemplo la ley del Matrimonio Igualitario; saldo una deuda con ciudadanos que hasta entonces eran casi catalogados de segunda y que por su elección de vida no merecían un trato igualitario, cuando se supone que en una sociedad moderna y democrática estas cosas no deberían pasar, fueron días de mucho debate donde la Iglesia puso a disposición todo su poder de lobby aunque finalmente la ley se aprobó.
Quedan muchas cosas pendientes que se supone verán la luz en un futuro cercano, una de ellas es el Aborto, palabra prohibida durante toda nuestra existencia, en la cual nos enseñaron que hablar de ella es sinónimo de crimen, es un debate profundo que nuestra sociedad se debe animar a discutirlo, porque ese “Crimen” se comete en especial con aquellos olvidados, marginados en una sociedad de mucha injusticia social a pesar de todo lo logrado y que son las mujeres mas vulnerables las que por medio de atrocidades son victimas de un sistema criminal e ilegal que por sus ansias de dinero acaban con sus vidas; de eso nadie habla.
El estado debe garantizar el derecho de esas mujeres de decidir que hacer con su cuerpo sin que nadie decida por sobre sus propias decisiones
El periodista Julián Evzaguirre, del suplemento Ni a Palos del semanario Miradas al Sur escribió una columna titulada “Abortando la Virginidad” lo siguiente: “Quienes más padecen las consecuencias de los abortos ilegales realizados en pésimas condiciones son las mujeres provenientes de los sectores más vulnerables y de menor capacidad adquisitiva en términos socioeconómicos. Los números están a la vista y el porcentaje de abortos ilegales en relación a la cantidad de nacimientos es por demás significativo: se estima que por cada dos nacimientos hay un aborto; en nuestro país se practican alrededor de 1000 abortos diarios, 400 mujeres mueren por la práctica clandestina. Lo sabemos: este debate divide a la sociedad, así como divide al mundo. Los países del “primer mundo” tienen legalizado totalmente el aborto y en Latinoamérica estamos divididos por la mitad, entre países que lo tienen totalmente prohibido y países que lo tienen únicamente permitido en caso de preservación de la salud (nuestro caso). En estos dias en que se anunció la revisión del Código Penal, en que se avanzó en el derecho a la Identidad de Género y la Muerte Digna, entendemos que cada día que pasa hay nuevas cosas sobre las que avanzar y debatir como sociedad… “
Claro, demasiado claro, ojala podamos celebrar en un futuro cercano que los derechos y garantías realmente son para todos los que habitan este bendito país.
