Por Daniel Juárez.
Desde niño escuche su nombre, claro que con la inocencia que envuelve la infancia no percibía la dimensión de ese nombre. Fue mi abuela Irma, la que ya casi entrada la adolescencia ante mis preguntas constantes me iba dibujando la grandeza de esa Mujer; asi fue que la curiosidad me llevo a querer saber mas y mas. Lo hacia preguntando, eran pocos los libros y artículos en los que podía encontrar algo mas sobre esa Mujer. Ya casi en mi juventud logre viajar a otros lugares y ahí si pude con mucho esfuerzo conseguir alguna biografía ó algún articulo en los diarios en especial para el aniversario de su muerte, no olvidare jamás cuando escuche por primera vez su último discurso, aun hoy al recordarlo me brotan lagrimas de emoción.
Esa Mujer a la que nunca conocí, la que murió mucho antes que yo naciera, termino en mi corazón. Porque ella era el Pueblo, ella era la que consolaba el dolor, la tristeza, la desesperanza de millones de excluidos, era la que le hizo conocer el amor a un pueblo, la que los convenció que por mas pobreza que exista se puede ser digno y feliz.
Esa Mujer que por medio de su fundación les daba herramientas a tantas mujeres olvidadas, la que obsequiaba a las niñas esa preciosa muñeca negra ( que emoción cuando en una muestra pude conocerlas ), esa Mujer a los humildes los llamaba “Mis Cabecitas Negras” ó “Mis Descamisados”, y no va haber jamás alguien que llame asi a los humildes sin que los ofenda, porque ella lo decía con el corazón, y el pueblo la aclamaba, nunca traiciono a los suyos.
Esa Mujer fue blanco de las clases dominantes, fue injuriada, maldecida, y atacada por sus lujos, pero el Pueblo sabia que por mas joyas, vestidos caros o tapados de piel, jamás renegaba de su origen, al contrario quería que el dolor y sufrimiento por ella padecido jamás se repitiera en un humilde.
A sesenta años de su muerte física hoy mas que nunca sigue viva, sigue viva porque los Pueblos no olvidan, sigue viva porque su amor al Pueblo y el amor hacia ella jamás será sepultado, por mas que prohíban nombrarla, por mas que profanen su tumba, esa Mujer esta en los corazones del Pueblo.
Solo tengo palabras de amor hacia ella, porque me enseño que la lucha nunca se deja, porque me convenció que solo las convicciones hacen que los hombres mantengan viva la esperanza por ver a los pueblos felices, porque me comprometió a luchar por ver cada dia niños mas felices, esa Mujer será hasta el dia de mi muerte la que guié mi camino, por valiente, capaz y revolucionaria.
Esa Mujer es EVITA la abanderada de los humildes.
